Stan Thuret, que participó en la última Route du Rhum en noviembre, destaca la urgencia tópica, que considera incompatible con este deporte de imagen “falsamente verde” y de competición.
Se trata de una primicia en la historia de las regatas oceánicas. El regatista Stan Thuret ha decidido poner fin a su carrera por motivos ecológicos. El patrón considera que el deporte y la competición son incompatibles con la emergencia climática. Stan Thuret terminó 25º en la última Route du Rhum en la categoría Class40 en un barco nuevo.
El navegante se definió como “un niño mimado”, incapaz a sus ojos de respetar su terreno de juego. “Este trabajo no es sostenible, no hace ningún bien al planeta. Utilizamos recursos, utilizamos un patio de recreo en el que hoy hablamos de choques: ¡es una locura pensar que estamos golpeando ‘objetos flotantes no identificados’ cuando hablamos de ballenas! Somos los responsables porque vamos más rápido”.
Construir más y más para ir cada vez más rápido
Para Stan Thuret, la carrera por la velocidad es un verdadero problema medioambiental. Hoy en día, cada vez se construyen más barcos de carbono y se organizan regatas que generan muchas emisiones de CO2. Para un objetivo que el antiguo patrón considera “irrisorio”. “Efectivamente, tenemos patrones y patrocinadores que piden construir barcos. Pero, ¿por qué piden construir barcos? Es por una razón muy vana: para ganar”.
Stan Thuret quiere ahora provocar un cambio de mentalidad. Propone nuevas reglas y nuevas rutas: “Incluso hay gente que se ha puesto en contacto conmigo, que soñaba con las regatas oceánicas y que ahora se niega a competir porque tiene que coger un carguero para ir a las Antillas. No es sostenible. ¿Está la vela, este deporte de imagen “falsamente verde” según el ex patrón, preparada para una revolución? “Nos corresponde a nosotros decidirlo”, concluye Stan Thuret.