La aprobación hoy por parte del consejo de ministros del nuevo plan que permite la implantación de parques eólicos marinos, entre otros puntos del litoral español, frente al golfo de Roses, ha provocado ya las críticas de varias entidades ecologistas que tildan de “gravísima” la afectación que tendrán estas infraestructuras sobre el territorio.
En un comunicado conjunto Sos Costa Brava, la Iaden-Salvem l’Empordà, Salvem la Platja de Pals, el Fòrum L’Escala-Empúries y la plataforma Stop Macro Parc Eòlic Marí lamentan “la falta de actuación” por parte del Govern de la Generalitat en la “defensa de los valores ambientales de esta excepcional área marina”, que abarca una superficie de 250 kilómetros cuadrados.
El colectivo anuncia que impulsarán “actuaciones” y “acciones en defensa” del espacio afectado y piden la movilización de la sociedad para “salvar” el golfo de Roes.
Califican de “agresión” para esta área la implantación de la eólica marina y creen que “desfigurará y alterará irreversiblemente el golfo de Roses” y toda el área existente entre el cabo de Creus y el cabo de Begur.
Las entidades firmantes señalan que, a diferencia de lo que ha ocurrido con el gobierno balear y otras comunidades como Canarias o Andalucía, que sí han defendido su litoral, la Generalitat “no se ha pronunciado ni ha formulado ningún tipo de alegación”.
También señalan que la zona del golfo de Roses que figura en el nuevo plan de la eólica marina en España era, hasta día de hoy, “un área dotada de especial protección” por sus “excepcionales valores naturales”.
En este sentido, consideran que esta área “que era incompatible con la implantación de grandes infraestructuras energéticas”, ha quedado “totalmente desprotegida” con la aprobación del nuevo Plan de Ordenación de Espais Marins de l’Estat (POEM).
Los firmantes califican de “incomprensible” que en el último año se hayan presentado seis proyectos distintos de parques eólicos marinos en el golfo de Roses “teniendo en cuenta que la zona era incompatible con la implantación de la energía eólica”.
En su manifiesto de queja, los ecologistas recuerdan el documento firmado por cien científicos que advertía de “los excepcionales valores naturales y ambientales” del espacio marino afectado del golfo de Roses. El manifiesto tipificaba el ámbito marino entre el cabo de Creus y el cabo de Begur como “uno de los más ricos del Mediterráneo”.
Los ambientalistas sostienen que el espacio marino afectado se sitúa en medio de zonas protegidas y manifiestan que más allá del “impacto marino”, las infraestructuras de evacuación de la energía y centrales transformadoras causarán “graves impactos terrestres” en los tres parques naturales de la zona.
Recuerdan que los órganos rectores del Parc Natural del Cap de Creus, del Montgrí, Illes Medes i Baix Ter y dels Aiguamolls de l’Empordà ya se habían pronunciado en contra.
Las entidades firmantes señalan que el proyecto incidirá negativamente en áreas de la Xarxa Europea Natura 2000, en zonas de especial protección de aves y de cetáceos y que comportará la construcción de infraestructuras que causarán “un enorme impacto ambiental” como una subestación eléctrica y nuevas líneas de transporte de energía eléctrica.
Las cinco entidades ecologistas que suscriben el documento anuncian nuevas acciones de protesta y emplazan al gobierno de la Generalitat, al gobierno español a “revisar” la decisión tomada y a rectificar su contenido.