La asociación Ecologistas en Acción ha emitido una preocupante denuncia acerca de los efectos devastadores que la reciente ola de calor ha tenido en la Comunidad de Madrid, generando un alarmante incremento en la contaminación por ozono. La organización ha expresado su descontento por la aparente inacción de las autoridades ante esta situación crítica y ha instado tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad a tomar medidas urgentes para abordar este problema y proteger a la población.
La situación actual ha sido impulsada por la intensa actividad de tráfico en la metrópolis madrileña y el tráfico aéreo en el aeropuerto de Barajas, lo que ha resultado en niveles peligrosamente altos de ozono en toda la región. Durante la primera quincena de agosto, se han registrado preocupantes niveles de contaminación, con 60 superaciones del umbral de información establecido en 180 microgramos por metro cúbico (μg/m3) en una hora.
Las áreas más afectadas por esta alarmante contaminación han sido Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Torrejón de Ardoz y la estación madrileña del Parque Juan Carlos I. En estas áreas, los niveles de ozono han superado los 200 μg/m3, lo cual ha sido atribuido en gran parte a la contaminación proveniente de Madrid y del aeropuerto de Adolfo Suárez – Barajas. Los vuelos en el aeropuerto han aumentado significativamente en comparación con el período pre-pandemia, lo que ha agravado aún más la situación.
Esta no es la primera vez que la Comunidad de Madrid enfrenta problemas de contaminación por ozono. Durante la primera ola de calor del verano, entre junio 23 y 28, se reportaron 107 superaciones del umbral de información, lo que convierte al año 2023 en el segundo con más episodios de ozono en la última década, siguiendo a 2015.
En respuesta a esta crisis ambiental, Ecologistas en Acción ha criticado duramente la falta de acción por parte del Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid. La organización ecologista ha atribuido la responsabilidad principal de esta situación al tráfico en la ciudad y las emisiones del aeropuerto de Barajas. Estas emisiones, compuestas principalmente por óxidos de nitrógeno, se disipan en el Corredor del Henares y se transforman en ozono debido a la radiación solar.
Ante esta problemática, Ecologistas en Acción ha pedido a las autoridades que implementen con urgencia un plan de emergencia que restrinja las emisiones de ambas fuentes durante las olas de calor. Además, han enfatizado la necesidad de un plan de mejora de la calidad del aire en la Comunidad de Madrid, que incluya medidas permanentes como la reducción de la circulación de vehículos y el fomento del transporte público eléctrico.
El ozono troposférico, conocido como “ozono malo”, es un contaminante secundario generado por la reacción entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos liberados por el tráfico y la industria, bajo la influencia de la radiación solar. Este contaminante presenta graves riesgos para la salud humana, como irritación de los ojos y vías respiratorias, deterioro de la función pulmonar y un aumento en las enfermedades respiratorias agudas y cardiovasculares. La exposición prolongada al ozono también ha sido asociada a fallecimientos prematuros, con la Agencia Europea de Medio Ambiente estimando alrededor de 2.000 muertes prematuras al año en España debido a la exposición a niveles similares a los observados en Madrid.
Además de sus impactos en la salud humana, el ozono también afecta negativamente a la vegetación, dañando áreas verdes y reduciendo la productividad de los cultivos. La situación actual es un recordatorio urgente de la necesidad de abordar la contaminación atmosférica en Madrid y tomar medidas concretas para proteger la salud de la población y el entorno natural.