Con lo visto por Ángel Di María en esta Copa América, el delantero argentino quizás tenga que reconsiderar sus planes de retirarse de la selección argentina.

Finalmente, y a sus 36 años, Di María no ha perdido su fama en la Albiceleste.

Pero no hay nada que le convenza de cambiar de opinión. Su historia con la selección nacional termina en Estados Unidos.

“Ya está. Ya no me convencerán. Este es el último”, dijo Di María después de una victoria por 2-0 sobre Perú que permitió a Argentina cerrar la fase de grupos de la competición continental con un comienzo perfecto. “Decidí. Quedan tres partidos. “De ninguna manera.”

El primero de esos tres posibles partidos es el jueves en Houston, donde Argentina se enfrentará a Ecuador en cuartos de final.

La actuación del extremo es la mejor noticia para los campeones del mundo, mientras que el capitán y estrella Lionel Messi es duda para el próximo partido por unas molestias musculares, sobre las que no se han trascendido más detalles.

La gira de despedida de Di María podrá tener dos paradas más. La primera semifinal será en Nueva Jersey y la final más ansiada será en Miami el 14 de julio.

En declaraciones a la emisora ​​argentina Urbana Play después del triunfo por 1-0 sobre Chile en la segunda jornada del Grupo A, dijo: “Disfruto cada entrenamiento, trato de sonreír siempre más de lo habitual”. “Intento disfrutar de mis compañeros, que es lo mejor que tengo”.

Di María, que aún no ha decidido en qué club seguirá trabajando tras firmar con el Benfica de Portugal, fue titular en el primer partido de Canadá, aunque no destacó en el triunfo por 2-0. Entró en el segundo tiempo contra Chile y pronto mostró su talento en un partido que Argentina supo aprovechar al final con un gol de Lautaro Martínez.

En la ausencia de Messi ante Perú, Di María fue quien lució el brazalete. Dio lo mejor de sí y completó la asistencia con un toque delicado de Lautaro para abrir el marcador.

Marcó 31 goles en 143 partidos con la selección nacional en 2008, año en el que ganó la medalla de oro olímpica en los Juegos de Pekín.

Lo más emocionante para el goleador de las dos finales que ganó Argentina en los últimos tres años -primero en la Copa América 2021 contra Brasil y luego contra Francia en el Mundial de Qatar 2022- fue contra Perú en Miami.

Más de 65.000 espectadores acudieron a Miami durante el fin de semana, la gran mayoría de los cuales eran argentinos. Al final corearon su apodo: “¡Fideo, Fideo!”

Tal idolatría y apego a su personalidad no siempre se expresó. Ha sido muy cuestionado por la selección nacional, ya que ha figurado en un grupo de jugadores que han fracasado en finales importantes, desde el Mundial de Brasil 2014 hasta las Copas América de 2015 y 2016.

Todo eso queda en la distancia.

“Las lesiones que he sufrido últimamente en los partidos son muy especiales para mí”, dijo. Esto es algo que he estado buscando durante mucho tiempo”, afirmó. También se llevó un lindo recuerdo cuando ingresó al estadio con su hija Mía a cantar el himno nacional.

“Está un poquito a la izquierda, y vivir así por un momento era algo que quería”, dijo.

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