La selección brasileña perdió en el Mundial de 1994 contra los estadounidenses, que celebraban el aniversario de la independencia del país.

Mientras dormía, el tetra brasileño experimentó innumerables dificultades. La presión de no ganar Copas del Mundo consecutivas aumentó con cada edición perdida, y las esperanzas se acabaron para una generación de escépticos que hizo que muchos fanáticos no creyeran en el logro.




Bebeto y Romario fueron importantes en el triplete de Brasil en 1994

Foto de : Lance!

4 de julio de 1994. 16ª ronda del campeonato mundial. Brasil x Estados Unidos en San Francisco. 218 aniversario de la independencia americana. Fiesta en el antiguo estadio de Stanford. El equipo salió de un mal partido y tropezó ante Suecia. Todos los factores jugaron en su contra.

La victoria era necesaria para continuar su búsqueda de un cuarto título mundial y poner fin a una sequía de 24 años. taffarel; Jorginho, Aldair, Marcio Santos y Leonardo; Dunga, Mauro Silva, Zinho y Mazinho; Bebeto y Romario. Carlos Alberto Parreira.

La presión, el sofocante calor de California y más de 84.000 personas celebrando los posibles disturbios en el Mundial pesaron mucho sobre el equipo. Con la pelota rodando, los Yankees jugaron duro en el campo y detuvieron el juego de Brasil en una pelea reñida.

El primer paso muy importante se dio al final de la primera fase. La responsabilidad de la victoria fue tan grande que Leonardo perdió la cabeza. En una pelea por el balón con Tab Ramos, que todavía estaba en el campo de la defensa de Brasil, el lateral izquierdo lanzó un fuerte codazo a su oponente, algo poco común en un atleta que mostró muchas lecciones. ¿El resultado? Una salida con cero puntos que podría costarle cara a la Seleção.

Sin embargo, Brasil siguió buscando la victoria y Estados Unidos cayó cada vez más. Romario hizo un gran partido de forma aislada, pero falló en sus tiros, plantándose frente a la portería y fallando sin portero. Ese día no está marcado para Baysin.

Pero su importancia era tal que incluso si se cambiara su “función”, sería decisiva. En el minuto 29 del segundo tiempo, en una gran jugada individual, se metió entre cuatro americanos y encontró un gran pase en el área para Bebeto. Oportunista como siempre, el número 7 esperó a que el equipo decidiera; Lalas corrió pero no la alcanzó y el entonces astro del Deportivo La Coruña utilizó poca energía pero gran precisión para quitársela a Meola y marcar el único gol del partido. Intenta liberar.

Brasil cocinó el resto del partido y una escapada de Romario obligó a Fernando Clavijo a ver la segunda tarjeta amarilla y ser expulsado apenas diez minutos después del gol de Bebeto. Las esperanzas yanquis están llegando a su fin. “Sólo tienes que encender la luz y dejar que brille. Simplemente aduéñate de la noche como si fuera el 4 de julio”. Para disgusto de una todavía joven Katy Perry, fue el equipo nacional el que encendió las luces, las iluminó y comandó la noche de Estados Unidos.

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