Jake Paul y Mike Tyson no fueron los únicos que se enfrentaron en el ring el viernes. Para Netflix, fue el evento deportivo en vivo más grande hasta la fecha y fue una oportunidad para demostrar que podía manejar las demandas masivas de audiencia de la NFL y la WWE. Y
La pelea, en la que Paul, un YouTuber convertido en boxeador, venció a Tyson, de 58 años, ex campeón de peso pesado, fue transmitida en todo el mundo y puesta a disposición de los 280 millones de suscriptores de Netflix sin costo adicional.
Sin embargo, el primer intento de Netflix de organizar un evento deportivo en vivo no fue bien recibido.
Según muchos espectadores en las redes sociales, la transmisión de la pelea del viernes por la noche entre Mike Tyson y Jake Paul experimentó problemas de transmisión. Numerosos espectadores recurrieron a Twitter/X y Bluesky para expresar su descontento por los problemas de transmisión y almacenamiento en búfer antes y durante el juego.
Según el sitio web Down Detector, alrededor de 85.000 espectadores informaron cortes de transmisión o apagones antes de la pelea.
Las peleas eran de ocho asaltos de dos minutos en lugar de los tres minutos y 10 o 12 asaltos habituales en la mayoría de las peleas profesionales. Paul ganó la pelea por decisión unánime.
Los representantes de Netflix no hicieron comentarios en correos electrónicos enviados a The Associated Press sobre los problemas de transmisión que los espectadores experimentaron antes o durante la pelea.
La pelea desde el estadio AT&T en Arlington, Texas, fue el evento deportivo en vivo más grande de Netflix hasta la fecha, y existía la posibilidad de que pudiera satisfacer la demanda de los espectadores con la NFL y la WWE en el horizonte. Netflix transmitirá dos juegos de la NFL el día de Navidad y comenzará a transmitir el evento de lucha libre “Raw” de la WWE el 6 de enero.
Los retrasos en la transmisión no fueron el único problema que experimentó Netflix antes de la pelea. Los espectadores pudieron vislumbrar a Tyson desnudo, vestido solo con ropa interior, mientras se alejaba de su camerino al final de una entrevista previa a la pelea.