La primera incursión de Netflix en los deportes de combate en vivo fue el evento principal de Mike Tyson-Jake Paul del viernes por la noche, que se transmitió en vivo antes de que el evento principal estuviera plagado de frecuentes buffering y congelaciones.
El servicio de streaming, que cuenta con más de 280 millones de suscriptores en más de 190 países, prometió a sus suscriptores una transmisión de cuatro peleas, que culminaron con un encuentro entre Paul y Tyson en el estadio AT&T de Arlington, Texas. Pero los espectadores notaron los problemas desde el principio, inundando las redes sociales de Netflix con comentarios sobre la transmisión fallida. También hubo algunos problemas técnicos al comienzo de la transmisión, con los auriculares de Evander Holyfield y el micrófono de Jerry Jones fallando durante entrevistas separadas.
El problema de transmisión del viernes por la noche no fue la primera vez que Netflix tuvo problemas con eventos en vivo. El año pasado, la plataforma promovió una reunión en vivo como final de la cuarta temporada del reality show de citas “Blind Love”, pero los usuarios no pudieron acceder a la transmisión. Dicho episodio de reunión se emitió mucho más tarde de lo programado en la plataforma y Netflix se disculpó con los espectadores así como disculpa durante la llamada de ganancias.
Los problemas surgen cuando Netflix planea transmitir dos juegos de la NFL el día de Navidad y WWE Raw a partir de enero. El año pasado, el servicio organizó eventos deportivos en vivo, incluido el caótico crossover F1-golf y competición de tenis Entre Carlos Alcaraz y Rafael Nadal, pero la tan publicitada cartelera de boxeo fue fuertemente promocionada y parecía claramente preparada para una audiencia más amplia.
Netflix se negó a hacer comentarios el viernes por la noche.
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(Foto: Mario Tama/Getty Images)