¿Qué debe hacer un equipo de baloncesto de secundaria cuando su armador titular y un exjugador son asesinados una semana antes de que comience la temporada?
Sotomayor enfrentó este dilema la semana pasada.
A las 12:15 a.m. del 7 de noviembre, la policía encontró a Juan Meléndez Jr., de 17 años, capitán senior de Sotomayor, y al exjugador Denzel Guzmán, de 18, en Mount Washington. Mientras las víctimas estaban delante del apartamento, pasó un coche. Se realizaron varios disparos. El coche del sospechoso se dio a la fuga. Ambos fueron declarados muertos en el lugar, después de que los socorristas intentaran tomar medidas para salvar vidas.
Meléndez y Guzmán asistieron a Alliance Tennenbaum Family Technology High en el campus de Sotomayor. Sotomayor se enfrentó a la iglesia en un partido de baloncesto el 6 de noviembre, tras lo cual varios jugadores salieron a buscarlo.
El técnico Armando Fernández dejó a sus jugadores jugar o no en su primer partido de la temporada contra Animo De La Hoya el viernes pasado. Celebraron una reunión de equipo. Fernández dijo que les dijo que podían posponer los juegos por una semana, dos semanas y tres semanas. El equipo decidió que Meléndez, un estudiante de último año de 5 pies 5 pulgadas, quería que jugaran. Después del servicio conmemorativo del jueves pasado, el equipo ganó su primer partido 77-21 y dedicará su temporada a dos jugadores que formaron parte del equipo campeón estatal de la División IV de Sotomayor hace dos temporadas.
En cuanto a Meléndez, Fernández dijo: “Cada equipo tiene su chico pegamento, y él medía 5-5. Era un pequeño chihuahua, valiente. Era un niño leal que siempre te respaldaba”.
Está previsto un funeral para Meléndez el sábado. El funeral de Guzmán está pendiente.
La policía continúa investigando el tiroteo.