CIUDAD DE MÉXICO – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, propuso el miércoles una enmienda constitucional que lo convertiría a él y a su esposa, la actual vicepresidenta Rosario Murillo, en “copresidentes” oficiales de la nación centroamericana.
Si bien la iniciativa debe ser aprobada por la legislatura del país, el partido Sandinista de Ortega y Murillo controla el Congreso y todas las agencias gubernamentales, por lo que es probable que se apruebe.
Esta propuesta también prevé ampliar el mandato de la presidencia de cinco a seis años. Ortega presentó el miércoles otro proyecto de ley que haría ilegal que cualquiera aplique sanciones por parte de Estados Unidos u otras autoridades extranjeras “dentro de Nicaragua”.
La Oficina General de la Organización de los Estados Americanos condenó el miércoles la propuesta de enmienda constitucional.
“El documento de ‘reforma’ es ilegal en forma y contenido, constituye sólo una forma indirecta de institucionalización de la dictadura del matrimonio en este país centroamericano y es un ataque decisivo al Estado democrático de derecho”, señala el comunicado.
Las propuestas surgen en medio de una represión en curso por parte del gobierno de Ortega luego de las protestas sociales masivas en 2018, que el gobierno reprimió brutalmente.
El gobierno de Nicaragua ha encarcelado y exiliado a disidentes, líderes religiosos, periodistas, etc., y despojado a cientos de nicaragüenses de su ciudadanía y propiedades. Desde 2018, ha cerrado más de 5.000 organizaciones, en su mayoría religiosas, y ha obligado a miles a huir del país.
Grupos disidentes, incluido el Sindicato Universitario de Nicaragua, rápidamente criticaron las medidas, calificándolas de extensión de la represión.
“Institucionalizan el nepotismo y la represión, violan el Estado de derecho. “La democracia se enfrenta a su mayor amenaza”, escribió la organización el miércoles en la plataforma de redes sociales X.
Manuel Orozco, director del programa de migración, remesas y desarrollo del Diálogo Interamericano, calificó las reformas propuestas por Ortega como “poco más que un sello de goma para formalizar la decisión de garantizar la sucesión presidencial” de Murillo y su familia. Ortega ha nombrado previamente a Murillo como su copresidente en los últimos años.
Aunque el rechazo de las sanciones internacionales no tendría un efecto inmediato, Orozco dijo que podría exponer al país a un “alto riesgo financiero” y arriesgarse a nuevas sanciones por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Orozco dijo que la reforma constitucional del presidente es parte de un plan a largo plazo para mantener a la administración en el poder, y fue presentada el miércoles para evitar un juicio político por parte de la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El analista dijo que Trump tal vez no dé prioridad a la represión de las libertades democráticas en lugares como Nicaragua, pero es probable que “tolera las provocaciones”.
“La orden, además de eludir la voluntad del pueblo, el Estado de derecho, proporciona una manera de darle a Ortega tiempo adicional para permanecer en el poder”, dijo Orozco. Ortega fue reelegido para un cuarto mandato de cinco años en noviembre de 2021.
Janetsky escribe para Associated Press.