Racing y Cruzeiro buscarán revivir su gloria internacional en la final de la Copa Sudamericana

Racing Club y Cruzeiro se enfrentarán el sábado en la final de la Copa Sudamericana, con la esperanza de levantar un trofeo internacional por primera vez en este siglo.

El Estadio La Nueva Olla de Asunción se llena para presenciar otra final entre Argentina y Brasil, quienes lideran al país con nueve y cinco títulos respectivamente en la historia del torneo.

El nuevo campeón se llevará el título de la Liga de Quito que ganó hace un año al derrotar a Fortaleza y romperá el dominio de los equipos ecuatorianos que iniciaron con Independiente del Valle en 2022.

Racing, monarca de la Libertadores en 1967, quiere su primera celebración internacional en 36 años. La última celebración de la Supercopa en 1988, antecesora de la Sudamericana, fue contra Cruzeiro. En ese equipo formó parte su actual entrenador, Gustavo Costas.

“Las carreras son el amor de mi vida”, dijo Kostas. “Estoy preocupado como todos los aficionados. Mis jugadores me dan tranquilidad. Estamos en un momento muy bueno”.

A su vez, Cruzeiro también ganó la Supercopa en 1992 ante el Racing. Será su primera final en una competición internacional desde 2009, cuando perdió ante Estudiantes en la Copa Libertadores. Su última victoria fue la Recopa Sudamericana en 1998.

“La nueva historia de Cruzeiro es una de muchos sufrimientos”, afirmó el técnico Fernando Diniz. “Los aficionados han sufrido mucho en el pasado reciente y merecen este logro más que nadie. “Estamos comprometidos a hacer esto”.

Diniz, exseleccionador de Brasil, asumió en Belo Horizonte en septiembre y buscará hacer historia si se convierte en el tercer técnico en ganar la Libertadores (que ganó con Fluminense en 2023) y la Sudamericana. De lograrlo, se unirá a su compatriota Tite y al argentino Marcelo Gallardo.

Camino a la final

La Academia llega al partido decisivo de forma casi perfecta. En la fase de grupos sumó 15 puntos al ganar cinco de seis partidos ante Sportivo Luqueño, Bragantino y Coquimbo, con un saldo de 14 goles a favor y sólo tres en contra.

El equipo de Avelenada ganó los octavos de final ante Huachipato (8-1 en el global) y Atlético Paranaense (4-2) y Corinthians (4-3).

Cruzeiro, por su parte, finalizó invicto la primera jornada ante Universidad Católica, Alianza Lima y Unión La Calera. Mantuvo la portería a cero en cinco partidos y marcó ocho goles.

“Rapoza” dejó en el camino a “Boca Juniors” en un duelo igualado que se decidió con un tiro penal (5-4) en los octavos de final. Luego vencieron a Libertad (3-1 en el global) y Lanús (2-1).

Los números de los finalistas

El plan de Racing giraba en torno al colombiano Juan Fernando Quintero, quien le marcó dos goles al Corinthians y le dio el pase a la final.

El autoestopista de 31 años se reunió con sus compañeros en Asunción después de jugar con su equipo el doble partido de las eliminatorias para el Mundial de 2026, donde marcó un tiro libre contra Uruguay.

Otro jugador destacado es el portero chileno Gabriel Arias, quien a sus 37 años es el jugador con más experiencia entre los estudiosos.

En defensa destacan Marco Di Cesare, quien jugó con Argentina en los Juegos Olímpicos de París; el mediocampista Santiago Sosa, que combina calidad y estabilidad en el mediocampo; y el delantero Adrián “Maravilla” Martínez, máximo goleador del torneo, empatado con Yuri Alberto del Corinthians con nueve gritos.

Al Cruzeiro se une el portero Cassio, que llegó al club este año tras 13 temporadas en el Corinthians, con el que ganó la Libertadores y el Mundial de Clubes de 2012.

La cuota de talento está a cargo de Matei Pereira, quien mueve los hilos en la zona de creación. Su buena forma esta temporada le valió una convocatoria de la FIFA para Brasil en octubre.

En el área de ataque, Diniz cuenta con dos prometedores brasileños como Gabriel Verón y Caio Jorge, que fueron campeones con su selección sub-17 en 2019, y buscarán estar a la altura de las expectativas en sus primeras incursiones en el fútbol europeo si no lo son. volverán a brillar. .

El ganador de la Copa Sudamericana se embolsará 6 millones de dólares y el perdedor recibirá 2 millones de dólares.

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