SALT LAKE CITY – Después de que el No. 9 BYU detuviera a su rival Utah 22-21 gracias a un gol de campo en el último suspiro el sábado por la noche que se quedó corto, el director atlético de Utes, Mark Harlan, subió al podio en la conferencia de prensa posterior al juego, Utah estuvo cerca y dijo. “Este juego nos fue robado por completo”.
“Estábamos emocionados de estar entre los 12 grandes, pero yo no esta noche”, dijo Harlan. “Ganamos el juego. Alguien más nos lo robó. Estoy muy decepcionado. Voy a hablar con el comisionado. No es justo para nuestro equipo. Estoy disgustado con el profesionalismo del árbitro esta noche”.
Utah lideró a BYU 21-19 al final del último cuarto cuando los árbitros sancionaron un penal al esquinero de Utah, Zemaya Vaughn, en cuarta y 10 desde la yarda 9 de BYU. Utah despidió al mariscal de campo de BYU, Jake Retzlaff, cuando quedaban 1:35 en el juego que habría sellado la victoria de Utah, pero llamaron a Vaughn.
Esa es la penalización que extendió la racha ganadora para BYU
Fue la cuarta captura al finalizar el juego, pero se consideró retención defensiva.
Los locutores dicen “muy buena decisión”, pero es muy controvertida. pic.twitter.com/RGpw9Qy8nA
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Con una nueva vida y una nueva oportunidad de salvar su temporada invicta, BYU condujo hasta la yarda 26 de Utah y el pateador Will Ferrin anotó un gol de campo de 44 yardas con 4 segundos restantes. Mientras que BYU mejoró a 9-0 y ahora es uno de los cuatro equipos invictos que quedan en el fútbol universitario esta temporada, Utah perdió su quinto juego consecutivo de manera desgarradora.
El entrenador de Utah, Kyle Whittingham, se mostró molesto con los árbitros después del partido. “Las cosas eran ridículas allí”, dijo Whittingham. “Así lo dejo”.
Utah fue uno de los cuatro nuevos programas que comenzaron a jugar Big 12 en 2024, junto con Arizona, Arizona State y Colorado.
(Foto: Chris Gardner/Getty Images)