¿Puede un hombre arreglar el Manchester United?
Es una pregunta que todo fanático oscila entre una oración desesperada y una broma cansada. Old Trafford se siente como una reliquia de la gloria pasada, envuelto en la triste oscuridad que sólo un equipo en el puesto 13 con una diferencia de goles negativa podría evocar.
El reciente empate 1-1 con el Chelsea, el cuarto del United en la campaña liguera, dejó al club con sólo 12 puntos, después de sus primeros 10 partidos desde la temporada 1986-87.
Pero esa temporada fue crucial ya que vio la llegada de Alex Ferguson, el futuro entrenador de la época, con tres escoceses y una corona europea. Durante los siguientes 27 años, la sola presencia de Ferguson pareció remodelar la suerte del equipo, ya que el United ganó 13 títulos de la Premier League y dos títulos de la Liga de Campeones.
El entrenador en jefe del Manchester United, Sir Alex Ferguson, levantó el trofeo del campeonato durante el partido de la Barclays Premier League entre el Manchester United y Swansea City en Old Trafford el 12 de mayo en Manchester, Inglaterra. | Crédito de la foto: Getty Images
Desde su salida en 2013, el United ha pasado por nueve entrenadores (incluidos interinos), casi 10 años, como quien cambia una luz en un cuarto oscuro.
Los deportes de equipo, por supuesto, están diseñados para depender del colectivo, de la misma manera que un grupo de jugadores logra más que cada persona por sí sola.
Pero a veces, sólo hace falta una persona para hacer su parte: un hombre cuya presencia llena el estadio y cuyo carácter guía a otros hacia el éxito.
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Alguien que no sólo gestiona un equipo, sino que lo transforma. Podría ser carisma, poder o esa misteriosa habilidad para inspirar a otros a jugar como si tuvieran algo que demostrar.
El Liverpool, el archirrival del United, a quien Ferguson estaba feliz de “derribar de inmediato”, encontró esa chispa con Jurgen Klopp en 2015. Con su cálida calidez y su poderosa risa, la diversión y el disfrute fluyeron desde Klopp hasta el campo de Anfield. Cuatro años y medio después de su reinado, el Liverpool volvió a la cima, campeón de Inglaterra después de una sequía de 30 años.
Jurgen Klopp, Adam Lallana y Mohamed Salah de Liverpool celebran haber ganado la Copa de la Premier League el 22 de julio de 2020 en Liverpool, Inglaterra. | Crédito de la foto: Getty Images
Su primer campeonato desde 1990 colocó al técnico alemán junto a otros grandes de Anfield como Bill Shankly, Bob Paisley y Kenny Dalglish.
Ruben Amorim, cinco años menor que Ferguson en la 86-87 y nueve de Klopp en 2015, llega con la promesa de un futuro mucho más brillante que el presente para los aficionados del United. Amorim rompió el duopolio FC Porto-Benfica y ganó dos veces la Premier League portuguesa durante sus cuatro años en el Sporting CP. Y tanto el Liverpool como el Manchester City han mostrado interés en él como posibles reemplazos de Klopp y Josep Guardiola, dos de los entrenadores más populares de la época.
Si bien una década de malas decisiones, malos fichajes, bajo rendimiento y un espíritu destrozado en Old Trafford requiere mucho deshacer, a veces todo lo que realmente necesitas es un hombre. No para arreglarlo todo, sino para recordarles a los demás que pueden hacerlo.