La histórica figura de Boca Juniors vive una realidad completamente distinta a la del fútbol
18 dic
2024
– a las 14:50
(actualizado a las 14:59)
Tras colgar las botas, Roberto Abbondazieri huyó de toda la atención y fama que el fútbol podía ofrecer. Incluso si se trata de alguien que tiene un logro único en la historia del deporte. Esto se debe a que fue la única persona que jugó con Mario Kempes, Diego Maradona y Lionel Messi, las tres mayores figuras del fútbol argentino de todos los tiempos.
“Con Kempes jugué un partido, el Clásico de Rosario, un amistoso de verano en 1995, y compartí algunos entrenamientos. Por supuesto, él tenía más de 40 años. Ganamos 1-0 y Mario marcó. Fue increíble. La noche… desde escucharlo de niño hasta jugar con él, estar en el campo con Kempes y sí, jugué con los tres… aunque sea por poco tiempo. Con el que quería estar un rato era con Messi cuando él. Llegó en 2005, él ya era una estrella y jugué con él durante tres años… Y luego seguí jugando porque Messi siempre estuvo ahí. Me llevó a cada viaje con sus amigos y Ronaldinho”, dijo en un reciente. Entrevista al diario argentino ‘La Nación’.
Sin embargo, el ex portero ha jugado en Rosario Central, Getafe, Boca Juniors y internacional fue en la dirección opuesta a los deportes. Se convirtió en un amante de la vida rural, un empresario agrícola. No es casualidad que en la misma entrevista se entere de que el actual presidente de Argentina (Javier Miley) debería invertir en reducir los costos de producción.
Asombroso
En cuanto a Boca, club de reconocida personalidad, admite estar sorprendido por la diferente trayectoria de su famoso excompañero Juan Román Riquelme. A Abbondanzieri no se le ocurrió que la estrella asumiría el puesto máximo de dirección de la institución:
“Tal vez podría imaginarlo como entrenador o directivo, pero nunca podría imaginarlo como presidente. Román fue un fenómeno como jugador, nunca había visto a nadie con tanta calidad como compañero”.
Arrepentirse
No poner fin a su carrera profesional en Boca Juniors es, en realidad, uno de los pocos arrepentimientos de Pato. Explica que la salida de Carlos Ischia (entrenador de ese momento) prácticamente lo obligó a trasladarse. En ese momento llegó a Brasil, donde jugó 29 partidos con Colorado y participó en la victoria de la Libertadores de ese año.
“Me imagino que dispararé desde la portería, le daré de una manera o de otra… La envidia que le llena al exjugador cuando ve el campo, aplausos… Y, la verdad, un poco . Lamento no poder retirarme en el club (…) Tuve que ir al Internacional de Porto Alegre porque el entrenador que me trajo [Ischia] salió (…) que por otro lado para mí fue increíble porque pude ganar otra Copa Libertadores. Pero yo quería retirarme en Boca. Todo esto quedó dentro de mí”, concluyó.
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