Se escribió a través de Lord que nuestros entrevistadores contactaron a Héctor Medina, actor cubano que reside en Miami desde hace ocho años y trabajó como asesor de guion durante seis meses debido a su experiencia en diferentes ciudades de la isla.
Medina nació y creció en Pinar del Río, ciudad del oeste de Cuba, antes de trasladarse a La Habana para desarrollar su carrera como actor; y fue allí donde entró en contacto con la comunidad punk, aunque nunca perteneció a ella.
“En Cuba en aquella época sólo había dos canales de televisión y unas cuantas emisoras de radio, y todos decían lo mismo; pero en la calle escuchan ciertas historias y yo escuché sobre ‘geeks'”, nos dijo Madina en una conversación aparte. “De hecho, recuerdo haber visto uno cuando era niño y que me dijeran: ‘Aléjate de él, es un cadáver'”.
“Pero cuando tenía como 13 años, un tío mío, que era más como un hermano que un tío por ser muy joven, me llevó a Pista Rita, donde simplemente tocaban rock and roll y había gente a la que se podía ver. que vestía ropa diferente, que pensaba diferente y hablaba de otros temas”, explicó.
Fue allí donde conoció a Jerson Ovea, ahora conocido como “el último geek” porque es el único punk autoinyectado que sobrevivió. “El lugar no era del agrado de los vecinos, pero cuando llamaron a la policía y vinieron se dieron cuenta que el ambiente era muy familiar, muy saludable y nada peligroso”, recordó.
Durante la consulta, Medina siempre fue tan educado y respetuoso que cuando les dijo a los directores que él también quería ser actor en la película, pensaron que podían ponerlo en un papel pequeño, porque su personalidad no podía ser menos punk. .
Pero Medina insistió en que quería ser Paco, uno de los personajes principales del juego -y el más loco del juego- y para demostrar que puede hacerlo, grabó en su iPhone una parte que recuerda a la última escena del personaje en el juego. película, y que lo muestra en un estado de vulnerabilidad particularmente extremo.
Inmediatamente después de ser aceptada, Medina inició un estricto régimen de dieta y ejercicio que la llevó a bajar hasta los 128 kilogramos, ya que los productores de la película querían que el personaje tuviera un físico muy específico.
“Me hablaron de Robert De Niro en Taxi Driver y de Iggy Pop”, continuó el actor. “Querían este cuerpo punk muy especial, con músculos pegados a los huesos, sin grasa. Tenía que correr y caminar mucho todos los días, aunque la dieta me debilitaba mucho”.
Aunque los productores de la película le aconsejaron que comiera adecuadamente durante el rodaje, Medina optó por seguir su dieta. “Nos dijo: ‘No, porque el hambre me ayuda, me recuerda lo que me pasó cuando estaba en Cuba'”, recordó Schwartz.
Al margen de lo dicho, Medina no se limitó a hacer mímica y “actuar”, sino que incluso cantó y tocó la guitarra en las escenas que así lo requerían, lo que le obligó a aprender a tocar y a ejecutar un antiguo modelo japonés. fue usado entre sus manos.
“Ensayamos en el primer hotel que estuvimos en República Dominicana, que era cinco estrellas”, dijo mientras sonreía. “Trajimos todos los instrumentos a la sala y tocamos; Las quejas comenzaron a llegar en cuestión de minutos”.