La FIFA adoptó un marco provisional para el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, dijo el lunes el organismo rector del fútbol mundial, tras un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En octubre, el máximo tribunal de la UE dictaminó que algunas de las normas de la FIFA sobre transferencias de jugadores en un caso que involucraba al ex jugador del Chelsea, Arsenal y Madrid Lassana Diarra iban en contra de la ley de la UE y los principios de libre circulación.
El marco regulatorio provisional afecta al cálculo de los daños pagaderos en caso de incumplimiento de contrato y a la carga de la prueba en relación con los daños pagaderos y los incentivos por incumplimiento de contrato.
El Marco añade una definición general de “causa justa”, que establece que “existirá en cualquier circunstancia en la que una parte ya no pueda razonablemente y de buena fe esperar que la relación contractual continúe”.
El marco regulatorio provisional ya no se basa en criterios de cálculo específicos que el tribunal consideró problemáticos.
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En cambio, los daños se calculan de manera objetiva y transparente a un nivel que restauraría a la parte perjudicada por el incumplimiento del contrato a la posición en la que habría estado si el incumplimiento no hubiera ocurrido.
La FIFA mantuvo conversaciones con todas las partes interesadas clave antes de introducir sus reformas temporales, que entrarán en vigor el 1 de enero de 2025, pero el sindicato de jugadores FIFPRO se negó a participar en las discusiones.
La FIFA emitió un comunicado criticando la decisión de la FIFA, diciendo que no había podido llegar a un acuerdo bajo el cual pudiera negociar enmiendas a las regulaciones para reflejar el fallo.
“No estamos de acuerdo con las medidas temporales anunciadas por la FIFA, que fueron introducidas sin un proceso de negociación colectiva adecuado”, dijo FIFPRO.
“Las medidas no dan seguridad jurídica a los futbolistas profesionales y no reflejan la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.”
En 2014, Diarra dejó el Lokomotiv de Moscú cuando le quedaba un año de contrato de cuatro años, y el club ruso llevó el asunto a la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, alegando que había infringido las normas al rescindir su contrato tras decidir dejar al jugador sin motivo. reducción salarial.
Diarra recibió una oferta para unirse al club belga Charleroi, pero al club se le impidió registrar el nombre del mediocampista en la federación belga después de que la FIFA se negó a firmar el Certificado de Transferencia Internacional.
Según la decisión del TJUE, la negativa a firmar una CTI es ilegal.
En 2015, la FIFA ordenó a Diarra pagar 10 millones de euros (11 millones de dólares) en daños al Lokomotiv, lo que llevó al jugador a demandar al organismo rector del fútbol y a la Federación Belga por daños y perjuicios en un tribunal local.