La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció este lunes que su gobierno pondrá a la venta el primer fabricante de automóviles eléctricos de bajo costo al finalizar su sexenio.
En su habitual sesión informativa matutina, Scheinbaum dio a conocer el proyecto Olinia, que su gobierno espera que, con el apoyo del sector privado, produzca tres modelos de pequeños autos eléctricos con precios entre 90.000 pesos (unos 4.500 dólares) y 150.000 pesos (unos 7.500 dólares). ).
El nuevo auto será íntegramente mexicano y será desarrollado por académicos e investigadores del Instituto Politécnico Nacional y del Tecnológico Nacional de México, dijo Rosaura Ruiz, secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación. El gobierno está invirtiendo 25 millones de pesos (alrededor de 1,25 millones de dólares) para desarrollar el proyecto.
“A través de Olinia buscamos lograr una transferencia exitosa de tecnología desde el sector académico y de investigación hacia la creación de empresas, en este caso asociaciones público-privadas”, afirmó Ruiz.
El funcionario responsable del proyecto, Roberto Capuano, explicó que se analiza el diseño de tres modelos de autos pequeños: uno para movilidad personal, otro para “movilidad vecinal” para distancias cortas y una unidad para transporte de mercancías.
El objetivo del gobierno es tener listo el primer modelo Olinia para el partido inaugural del Mundial 2026 en el Estadio Azteca, afirmó Capuano.
Scheinbaum anunció en octubre, días después del lanzamiento, que se produciría en México un automóvil eléctrico pequeño y económico para competir con autos caros del mercado local, como los Tesla. El coche más barato de Tesla, el Modelo 3, cuesta unos 30.000 dólares.
El gobierno de Scheinbaum decidió seguir adelante con el proyecto después de que el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, dijera en julio que la compañía planea abrir una fábrica en México antes de las elecciones estadounidenses y que los planes del presidente electo Donald Trump de imponer aranceles a los automóviles fabricados en México se hayan detenido. .
México se vio afectado después de que Tesla retrasara los planes para construir una importante fábrica en el estado norteño de Nuevo León.
El proyecto del gobierno mexicano enfrenta varios desafíos, como el hecho de que México no produce litio, un componente clave de las baterías y de grandes cantidades de celdas. Los altos niveles de potencia también pueden ser un obstáculo.
En el norte de México existen algunos yacimientos de litio cubiertos de arcilla que el gobierno nacionalizó durante la pasada administración.