Rubro-Negro empató 1-1 con Madureira en casa en Campina Grande. No perder ya era un gran problema.
La pregunta obvia es: ¿por qué Flamengo compite con los pomos naranjas en el estado? En la actualidad, la era Bap-Boto no puede criticarse porque existía una obligación de tratado en Estados Unidos. “Un asunto muy importante en Estados Unidos”, cantó Trini López. Pero repito: si Flamengo persiste en esta división que entró en el campo hoy y el domingo pasado, será difícil entre los cuatro clubes que decidirán el Campeonato Estatal. Ya se ha dicho aquí.
Es una lástima que los narradores y comentaristas no tengan el valor de criticar semejante basura. Se trata de un ataque a la afición, un desafío a la paciencia de los más tranquilos, un insulto a quienes aceptan -Ferge y TV- la actitud de la elite en la selección del equipo “alternativo”. Una vez más, el estadio – para 50 mil – con un público reducido y un gran espectáculo: 3.614 invitados de pago… Adiós, Brasil. El ventilador está roto.
Flamengo x Madureira
José Boto dio una entrevista en Florida que duró aproximadamente media hora -salvo el viento- y no dijo prácticamente nada. La bolsa naranja jugó más de 90 minutos en Campina Grande – porque todo interfiere en los pasos de los soldados – y fue peor porque Madureira, por una razón obvia – miedo a los grandes – se adelantó a los 70 minutos de partido.
El lusitano de dientes afilados habló durante (casi) 30 minutos sobre “reconocimiento”, una palabra apropiada para Gainesville, que indica que la base actual de Rubro-Negro es débil. Y el equipo “alternativo”, con el espacio que le dio el rival, creó tres ocasiones en el minuto 66 con un fuerte disparo de Tiaginho y aprovechó una. El Conselheiro Galvão tricolor abandonó entonces la línea defensiva y empezó a crear problemas. Marcó un gol tras un error de Diego Alves que fue bien negado. Empató con un penalti de Zé Welinton sobre Isaías, que remató el veterano Marcelo en el 89, y debió concluir que si jugaba más ofensivamente incluso podía ganar.
Sólo queda rezar para que el pomos naranja deje en paz a la afición para saber qué hará Boto en Flamengo dentro de dos meses y medio. De hecho: solían decir que “moma” termina en bap-boto. Bueno, ¿no entró Joao Alves porque estaba toda la familia en el estadio?
Sigue nuestro contenido en las redes sociales: Bluesky, Threads, Twitter, Instagram y Facebook..