López Obrador celebra el Día de la Independencia de México anunciando reformas judiciales

Horas antes de que comenzaran las celebraciones del Día de la Independencia de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su reforma constitucional más controvertida: una que reestructuraría el poder judicial para que todos los jueces sean elegidos por voto popular.

Ni las demandas de las últimas semanas que pidieron paralizar su autoridad por violaciones en los procedimientos parlamentarios, ni las duras críticas de los sectores sociales que creen que la justicia está politizada y las advertencias sobre los peligros que representa para la democracia mexicana por parte de algunos. Los países lograron impedir la noche del domingo la reforma de la Constitución mexicana al publicar los cambios en el Diario Oficial de la Federación.

Una persona sostiene un títere que representa al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, durante el Día de la Independencia del país, el domingo 15 de septiembre de 2024, en el Zócalo, la plaza principal de la Ciudad de México.

(Félix Márquez/AP)

“Nada está fuera de la ley y nadie está por encima de la ley, que tengamos el verdadero Estado de derecho… que se acabe la simulación, porque hubo conversaciones de que vivíamos en democracia, pero no, prevalece la oligarquía”, dijo López. Obrador dijo en un video que lo muestra firmando las reformas en presencia de su sucesora, Claudia Sheinbaum, quien asumirá el poder el 1 de octubre. “Ahora el pueblo manda.”

Scheinbaum ganó las elecciones generales de junio con el 60% de los votos, por lo que el partido gobernante confía en tener suficiente legitimidad para realizar los cambios propuestos.

“Viva la justicia”, gritó el presidente en el último acto del Grito, acto simbólico que marca el inicio de las fiestas patrias.

“Viva la Cuarta Transformación”, dijo ante un Zócalo, en referencia al proyecto oficial que encabezó.

López Obrador quería hacer muchos cambios a la Constitución, y el primero y más polémico ya es una realidad, aunque sus detractores creen que en lugar de mejorar la justicia la está desperdiciando y politizando.

El trámite parlamentario de la polémica iniciativa finalizó el miércoles con su aprobación en el Senado. El partido gobernante ganó la única votación que pudo, gracias a un miembro del parlamento de la oposición, después de una sesión muy volátil que incluyó manifestantes que interfirieron con la sesión general, un cambio repentino de sede y acusaciones de votación conjunta.

Posteriormente, esta enmienda fue aprobada por la mayoría de los 32 estados del país.

López Obrador, que ha enfrentado una feroz oposición cuando los tribunales bloquearon o paralizaron algunas de sus reformas clave, promete que la iniciativa acabará con la corrupción al promover sanciones para los magistrados.

Pero los críticos dicen que amenaza la independencia del poder judicial, es un duro golpe al sistema de controles y equilibrios del gobierno y crea incertidumbre entre los inversores.

Además, creen que llena los tribunales con jueces vinculados al partido presidencial, permite que personas con poca experiencia se conviertan en jueces y facilita que políticos y criminales influyan en las decisiones judiciales.

El camino a seguir para la implementación de las reformas, que todavía tiene cuestiones sin resolver, no está claro.

Algunos expertos creen que aún puede haber justicia imparcial por violaciones a convenciones o tratados internacionales suscritos por México y en los que está obligado el Estado mexicano.

La reforma judicial es la primera reforma constitucional planeada por el presidente e incluye, entre otras cosas, una ofensiva contra las agencias autónomas que solían equilibrar el poder ejecutivo y la Guardia Nacional, una agencia creada por el gobierno para estar bajo su control. El mando civil será transferido al Ejército.

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