Muere Toto Silyasi, máximo goleador del Mundial de 1990

El ‘Héroe de las Noches Mágicas’ luchó contra el cáncer de colon

El exdelantero de la selección italiana Salvatore “Toto” Schillaci falleció el miércoles (18) a la edad de 59 años debido a un tumor de colon.

Máximo goleador del Mundial de 1990, que le valió el apodo de “héroe de las noches mágicas”, Schillaci luchaba desde hacía varios años contra un cáncer que empeoró a principios de septiembre cuando ingresó en el Hospital Civil de Palermo. Sicilia.

“Les informamos que hoy a las 9:55 am [horário local]Murió Salvatore Schillaci. La dirección y el equipo médico están con la familia para recordar el amor que siempre tuvo el gran héroe”, señala un parte médico emitido por el hospital.

Schilaci jugó en Messina, Juventus, Inter de Milán y Jubilo Iwata entre 1982 y 1997, cuando una lesión le obligó a retirarse. Pero la cima de su carrera fue el Mundial de 1990, que se celebró en Italia.

El delantero comenzó la competición desde el banquillo y acabó como máximo goleador con seis goles, llevando a los azzurri a un sorprendente tercer puesto, para luego ser derrotados en semifinales por el argentino Maradona.

“Nos dejó un icono del fútbol, ​​un hombre que entró en el corazón de los italianos y de los amantes del deporte en todo el mundo.

Gracias por los sentimientos que nos diste, por hacernos soñar, celebrar, abrazar nuestra bandera y levantar nuestra bandera”, escribió la primera ministra Georgia Meloni en las redes sociales.

El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, afirmó el día 10 que Schillaci siempre será recordado por sus “objetivos y su humanidad, a pesar de las muchas dificultades que la vida le ha preparado”.

El exdelantero también fue homenajeado con mensajes de sus ex clubes Juventus e Inter en las redes sociales, mientras que la Federación Italiana de Fútbol (Figc) guardará un minuto de silencio al inicio de todos los partidos del país hasta finales del próximo año. semana

“Totó era un gran jugador, un símbolo de voluntad y recuperación. Sabía conmover a los aficionados porque su fútbol apasionaba”, afirmó Gabriel Gravina, presidente del Figc. .

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