Roberto Assaf: un centímetro más en la tumba de Tite. ¿No puedes ver el sombrero de copa?

Se ha dicho y repetido decenas de veces: Tite no puede jugar contra Flamengo, sin importar la alineación ni el rival




Foto: Marcelo Cortés/CRF – Pie de foto: Tite observa a los jugadores de Flamengo contra Peñarol / Jogada10

Lo de siempre se ha dicho y repetido aquí decenas de veces: Tite no puede jugar contra Flamengo sin importar la alineación ni el rival. Peñarol, con un equipo bien armado, nada más, no tuvo problemas para imponerse 1-0 en el Maracaná. Nada sorprendente, considerando los resultados y actuaciones promedio a lo largo de la temporada. De hecho, después de tanto tiempo, serían innecesarias más críticas. Sólo tenga en cuenta que todavía hay tiempo para cambiar su entrenador y su distancia CT, por extraño que parezca. De lo contrario, Flamengo terminará 2024 con la Copa Guanabara y el Campeonato Estatal. Muy poco para el presupuesto, los artistas, la afición y la historia que tiene para ofrecer el club.

Flamengo empezó perdiendo casi todos sus pases y Peñarol con una efectiva posición defensiva, los contraataques, la inestabilidad de los tres sectores rojinegros, que carecían de espacios en el medio y en defensa, ofrecían espacios. Cabrera, en el minuto 14 por un error común del rival. De hecho, el equipo de Río nunca amenazó realmente y Uruguay perdió el tiempo en acción, pero el objetivo era capitalizar la terrible campaña de los anfitriones.

Pulgar no puede ser el único villano. “Flamengo” jugó mal

Flamengo sólo creó una oportunidad en el minuto 37 cuando Arrassaeta centró a Bruno Henrique, quien cabeceó para una magnífica parada de Washington Aguerre. Poco antes del final, Arrassaeta y Gerson también tuvieron ocasiones en distintas jugadas, que desbarató Peñarol. Sería exagerado culpar a Pulgar por el poco fútbol rojinegro del primer tiempo, ya que todo el equipo jugó mal.

La acción de Tite para el tramo final fue sustituir a Varela por Wesley, con lo que pretendía cambiar la posición general, pero el tono fue el mismo y el equipo dependía de la posibilidad del empate. Y cuando las cosas no salieron como quería, llegaron nuevos cambios, dejando al Flamengo cada vez más confundido y, peor aún, contraatacando. Los uruguayos empezaron a caer, la habilidad habitual en la que son maestros se introdujo en la práctica y el tiempo transcurrió con sorpresa. Y así quedó. Uno de los peores partidos del Flamengo en comparación con muchos otros partidos que también fueron mediocres.

¿Peñarol perdió en Uruguay? Sólo un milagro. La última victoria del “Flamengo” en Maldonado, en un estadio vacío, en un partido insignificante, fue en 1981…

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