Las escuelas mexicanas tienen 6 meses para prohibir la venta de comida chatarra o enfrentar fuertes multas

Las escuelas en México tienen seis meses para cumplir con la prohibición gubernamental de comida chatarra o enfrentar fuertes multas, dijeron funcionarios el lunes, mientras las autoridades lidian con el peor problema de obesidad infantil del mundo.

Las reglas, emitidas el 30 de septiembre, apuntan a productos que se han convertido en productos básicos para dos o tres generaciones de escolares mexicanos: bebidas de frutas azucaradas, papas fritas, chicharrones artificiales y maní salado con chile.

Los administradores escolares que violen la política enfrentan multas que van desde $545 a $5,450, que pueden duplicarse en caso de una segunda infracción. Para algunos, esto puede representar casi el salario de un año.

Los niños mexicanos tienen el mayor consumo de comida chatarra en América Latina, y muchos obtienen de ella el 40% de su ingesta calórica, según la agencia de la ONU para la infancia, que ha calificado la obesidad infantil como una emergencia.

Alrededor de un tercio de los niños mexicanos tienen sobrepeso o son obesos, dicen las autoridades.

Los intentos anteriores de hacer cumplir las leyes contra la comida chatarra tuvieron poco éxito.

Una encuesta de 10.000 escuelas entre 2023 y 2024 encontró que el 98% consumía comida chatarra, el 95% bebidas azucaradas y el 79% bebidas alcohólicas. En el 25 por ciento de las escuelas hay anuncios de comida deliciosa.

Claudia Scheinbaum, la nueva presidenta de la nación, dijo el lunes que las escuelas deberían ofrecer fuentes de agua y refrigerios alternativos, como tacos de frijoles.

“Comer un taco de frijoles es mejor que una bolsa de papas fritas”, afirmó Scheinbaum. “Beber agua de flor de hibisco es mejor que los refrescos”.

Sin embargo, la gran mayoría de las 255.000 escuelas de México no tienen agua potable gratuita para los estudiantes. Según un informe de 2020, los esfuerzos para instalar bebederos han tenido éxito en unas 10.900 escuelas de todo el país, o alrededor del 4%. Muchas escuelas están ubicadas en zonas muy pobres o remotas donde luchan por mantener baños, conexiones a Internet o electricidad decentes.

Entre 2010 y 2020, México exigió etiquetas de advertencia en los alimentos preenvasados ​​para informar a los consumidores sobre los altos niveles de sal, azúcar agregada, exceso de calorías y grasas saturadas. Algunos bocadillos llevan las cuatro etiquetas de advertencia.

Pero según las nuevas reglas, las escuelas deben retirar de sus puestos de comida cualquier producto que tenga incluso una etiqueta de advertencia.

No está claro cómo el gobierno hará cumplir la prohibición en las aceras fuera de las escuelas, donde los vendedores suelen colocar mesas con productos para vender a los niños durante el recreo; Según una encuesta reciente, el 77 por ciento de las escuelas tenían puestos de este tipo en el exterior.

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