Es el cuarto día de apagones en Cuba; Se suspendieron clases y actividades no esenciales.

El lunes, los cubanos soportaron el cuarto día de una de las peores emergencias energéticas en años, con cortes de energía parciales e intermitentes, lo que provocó protestas menores en partes de La Habana en medio de advertencias del gobierno sobre posibles cortes de energía.

El gobierno suspendió clases y actividades no esenciales hasta el jueves mientras se restablecía el sistema eléctrico nacional, que quedó fuera de servicio el viernes, pero servicios básicos como hospitales y suministro de agua continuaron funcionando.

Associated Press confirmó que hubo varias protestas en las primeras horas del fin de semana en barrios populares sin electricidad, como Centro Habana y Santos Suárez. Algunos vecinos golpeaban sus cacerolas, algunos en la calle y otros desde sus balcones.

El presidente Miguel Díaz-Canel admitió el domingo por la noche que la gente está preocupada por la falta de electricidad. “Dentro del partido y otras organizaciones hay plenas oportunidades para responder a las preocupaciones de la población, siempre que se haga de manera digna, organizada, civilizada y disciplinada”, afirmó el presidente, “no lo haremos”. permitir que alguien cause vandalismo y perturbe la paz de los ciudadanos de nuestra ciudad. “

La Habana, la ciudad más grande del país y hogar de dos millones de personas, parecía semiparalizada el lunes. Las autoridades dijeron que el transporte sería normal, pero se vieron pocos autobuses y automóviles en las calles.

La gente hacía cola para comprar pan y comida subsidiada, y sólo unas pocas gasolineras estaban dando servicio.

Al mismo tiempo, en el oriente de la Isla, las provincias de Guantánamo, Santiago, Granma, Las Tunas y Holguín recibieron a Óscar, huracán categoría uno degradado a tormenta tropical, lo que complica aún más el escenario energético por su poder destructivo. . infraestructura, como la imposibilidad de utilizar las centrales eléctricas de esa zona para generar energía.

Oscar tocó tierra en los suburbios de Baracoa el domingo por la tarde, dejando embotellamientos de tráfico, lluvias y varias marejadas ciclónicas, además de inundaciones en zonas aguas abajo. No se han reportado víctimas y las autoridades no han revelado la magnitud de los daños.

El recorrido proyectado de Óscar pasará por varias centrales y centrales eléctricas, lo que dificultará la estabilización del flujo, explicó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O.

De la O dijo a los periodistas el domingo que esperaba volver a funcionar al menos el lunes o martes, pero advirtió que alcanzaría niveles previos al colapso y frecuentes cortes de energía.

El estado de emergencia energética comenzó la noche del jueves cuando, en horas punta, el 50% del país se encontraba a oscuras por falta de generación eléctrica, situación que motivó la comparecencia especial del primer ministro Manuel Marrero ante medidas de austeridad como apagones. . para ordenar clases de electricidad o actividades no esenciales y anuncio de aumentos de pago.

Sin embargo, el ministro de Energía explicó este domingo que la situación más grave se produjo el viernes por la mañana con el colapso total del sistema energético como consecuencia de la interrupción de la central Antonio Guiteras.

En el informe del ingeniero Lázaro Guerra del Ministerio de Energía y Minerales, informó a medios locales que el país aporta alrededor de 700 megavatios. La demanda máxima suele ser de 2.000 a 3.000 megavatios.

Los funcionarios de energía informaron que el 80 por ciento de La Habana ya tiene electricidad, aunque la AP encontró que el servicio es intermitente.

La población se mostró algo desconfiada y preocupada.

“Tenemos la heladera (refrigerador) llena de comida y tenemos miedo”, dijo a la prensa Juan Estrada, un pequeño empresario de 53 años del popular barrio de Centro Habana, que lleva más de 10 minutos sin electricidad desde el viernes. AP. en las primeras horas del lunes y luego cortado.

Estrada dijo que los refrigeradores se están derritiendo debido a los cortes de energía y no hay gas funcionando, mientras que muchas familias dependen de la electricidad para cocinar los alimentos. Además, durante el restablecimiento de los servicios, los electrodomésticos se ven afectados por la alta tensión inicial.

“El país se ha parado completamente”, dijo conmocionada Mayde Quiñones, una mujer de 55 años. “Afecta a todo el mundo, especialmente a las personas mayores”, añade una mujer que cuida a su suegra de ocho años.

La emergencia energética se debe principalmente al aumento de la demanda, la escasez de combustible en las centrales de generación eléctrica y las frecuentes averías de antiguas termoeléctricas. Estos dos últimos factores se derivan de las sanciones estadounidenses que impiden a Cuba comprar petróleo crudo o sus derivados u obtener repuestos.

En cuanto a la electricidad, “hay que trabajar mucho no sólo con el combustible, sino también con el mal estado de las instalaciones de producción y de las líneas eléctricas. (Cuba) no ha invertido en años, trajo estas barcazas de producción desde Turquía, pero necesita más inversión, y la economía es demasiado mala para hacer esa inversión”.

La situación es parte de una severa crisis económica que ha sido sentida por la población con desabastecimiento, inflación y cortes de energía.

Durante su declaración de la noche del domingo, el presidente Díaz-Canel dijo que el escenario extremo es producto de la “guerra económica” que Estados Unidos libra contra Cuba para forzar un cambio de modelo político en la isla. “Esto incluye la persecución financiera y energética. “No teníamos un suministro estable de combustible para que el sistema pudiera funcionar a su máxima capacidad y con toda su estabilidad”, afirmó el presidente.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karin Jean-Pierre, dijo el lunes que Estados Unidos no tiene la culpa del apagón en Cuba y evaluará nuevas medidas si la isla lo solicita.

Jean-Pierre dijo que “el gobierno cubano ha utilizado incorrectamente su política económica y sus recursos durante mucho tiempo y sin duda ha aumentado las dificultades del pueblo cubano”.

La demanda de energía estuvo detrás de las protestas de julio de 2021, las más importantes en la isla en casi tres décadas. Otras manifestaciones locales más pequeñas tuvieron lugar en octubre de 2022 y marzo de 2024, y en todos los casos la isla demostró la voluntad de Estados Unidos y de los grupos de presión de utilizar las protestas para impulsar cambios de gobierno.

El apagón es el peor que ha sufrido Cuba en dos años después de que el huracán Ian tocara tierra como tormenta de categoría 3 en 2022 y dañara las instalaciones eléctricas en el oeste del país, lo que provocó otro apagón nacional.

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