El mes pasado, Fernando Valenzuela, de 63 años, el lanzador de los Dodgers de Los Ángeles que desató la Fernandomanía, murió de una misteriosa enfermedad.
Una copia recientemente publicada de su certificado de defunción aclara gran parte del misterio: según el documento, la causa subyacente de la muerte de Valenzuela probablemente estuvo relacionada con una enfermedad hepática y una insuficiencia hepática.
La declaración jurada, publicada por primera vez por TMZ, enumera el shock séptico, la cirrosis alcohólica descompensada y la esteatohepatitis cirrosis no alcohólica como las causas subyacentes. La declaración jurada también sugiere que la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob pudo haber contribuido a su muerte. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, Creutzfeldt-Jakob es un trastorno cerebral poco común y mortal que provoca cambios en el tejido cerebral y afecta la coordinación muscular y la memoria.
Los últimos detalles llegan tres semanas después de la muerte de Valenzuela y días después de su funeral público en la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles en el centro de Los Ángeles.
Desde su muerte el 22 de octubre, los fanáticos de los Dodgers han estado celebrando la vida del legendario lanzador que significó tanto para los angelinos, especialmente para la comunidad latina.
Después de que se anunció su muerte, se instaló un monumento no oficial afuera del Dodger Stadium. Los fanáticos de los Dodgers colocaron flores azules y blancas y apoyaron su camiseta número 34 afuera del estadio. Los Dodgers, que retiraron su número el año pasado, honraron su memoria antes del primer partido de la Serie Mundial, tres días después de su muerte.
Recientemente se inauguró un mural en honor a Valenzuela en Boyle Heights. Una pintura mural gigante de Robert Vargas presenta tres vistas del lanzador, incluida una de su singular tiro agudo y su mirada hacia el cielo mientras se prepara.