¡HOLA, gerencia! Es hora de dejar de lado el ego, especialmente porque el arrepentimiento puede ser un “desastre eterno”.
Si un directivo de un destino, el primer día del año, se acercara a un hincha de un gran club brasileño y le preguntara: ¿ficharías para una campaña de mitad de temporada en Brasil, pero con un lugar en la FINAL de la Libertadores?
Entonces ¿quién firma? ¿Quién no firma? ¡Así es! La cuestión es que, como la vida, el fútbol depende del aspecto emocional, de cuánto ayuda la confianza en el rendimiento y en la toma de decisiones. El fútbol vive en poco tiempo, son MOMENTOS.
Se sabe que en el deporte más popular del mundo existen cuatro factores o pilares fundamentales, que son: táctico, técnico, físico y mental. En muchos casos, el aspecto psicológico es el último en importancia para muchos, pero puede haber un error inicial en el que todo el pensamiento de los demás pilares pasa por la cabeza “buena” y segura.
Ahí vive el debate de hoy. Casi todos firman una carta el primer día del año mostrando la tabla de promedios y Galo en la final de la Libertadores, la pregunta es: ¿pero cómo llegarán a la final? ¿Cómo será la salud mental de todos en el Atlético hasta el 30 de noviembre?
Maratón de gallos
Sólo para que os hagáis una idea, el equipo de Massa llegó ayer para disputar el partido número 67 de la temporada. Milito ha comandado al equipo durante 57 oportunidades y actualmente vive su peor desempeño técnico. En los últimos siete partidos, Galo tiene un 9,5%, hubo cinco derrotas y dos empates, anotó 9 balones y solo le marcaron dos goles.
Incluso en junio, cuando el equipo se vio superado por varios problemas de lesiones, convocatorias y posteriores derrotas, con una importante crisis de confianza que sacudió el mando técnico, el tema era tan preocupante.
En ese fatídico período, Galo perdió ante el Palmeiras por 4-0, el Vitoria por 4-2, el Fortaleza por 1-1 y el Inter por 2. :1, con el Atlético-Go perdiendo 1-1 y Flamengo 4-2 para poner fin a su terrible racha ante el Botafogo 3-0 en Engenhao. cumplió, y esa racha terminó en siete juegos, aún con una tasa de éxito del 23,81%.
En general, Galo está cerca del cielo más grande que cualquier club de Sudamérica pueda soñar, es la decisión más grande que puede jugar un club de este continente. Además, ya van 65 ediciones de la Libertadores, Alvinegro participa en la decimocuarta, diez en los últimos doce años. Hay dos finales. Destaca: HAY DOS FINALES.
Amor desde adentro hacia afuera
Sin embargo, el Atlético se encuentra en una paradoja sin sentido. Cerca del cielo, el equipo vive su agonía más técnica de la temporada, un dilema sin respuestas completas. Cerca de disputar dos Mundiales, una Copa del Rey y la participación asegurada en otra Libertadores, el equipo no volverá a actuar. El equipo es bueno, pero la composición es muy desigual. Todo esto es completamente bipolar y completamente loco.
Durante más de diez días, el deportista podrá vivir o juzgar por segunda vez su mayor gloria y recorrer todo el camino hacia el resultado final de la competición continental. Para cambiar esto, no habrá videos de niños emocionales y creyentes, ni marketing ni imágenes sorprendentes de grandes actores deportivos promocionando este escenario. Todo lo que tiene que pasar ahora tiene que pasar por el “amor” mayor que el ego dentro del muro.
Que los inversores del club en el Atlético deseen lo mejor para sus vidas, que vivan su vida a través del juego de la vida del club en estos próximos doce días. Y el presidente de la CAM sólo piensa en tender puentes que brinden trabajo de campo, el comandante técnico considera lo que no funciona en este momento y desiste, como lo hizo en ocasiones.
Que entiendan los deportistas que muchos de nuestros padres y abuelos nunca han visto la final de la Libertadores y debe ser más que marketing, debe ser una relación desde dentro y un amor desde dentro por esta marca. Es hora de hacer historia.
Seguramente casi todos firman por la final de la Libertadores de principios de año y un equipo mediocre en Brasil. Pero, nunca, jamás, un Athletic ficharía a un equipo pobre, lento, caliente y que está en la cima de su historia.
No es momento de dar con el hilo conductor
Que entiendan la directiva, los aficionados, los deportistas, los entrenadores y los aficionados: no es el momento de darle al “enlace” y demostrar que tenemos razón, es el momento de solucionar el problema. Un error de autoría, de egocentrismo o de toma de decisiones en el momento sería el mayor fracaso de la historia de un club al borde de la gloria. Que rompan el “palo” (en el mejor sentido de la sinceridad) ahora, pero que el Gallo cambie el tiempo rápidamente, para que el 30 de noviembre llegue con una fuerte provocación.
Nuevamente: la movilización ahora no puede ni debe provenir de los fanáticos, del marketing o de la comunicación. Ahora es el momento de la verdad, de la acción de los actores involucrados. Para que funcionen los factores técnicos, físicos y tácticos, al mismo tiempo mentales, es necesario recuperar la confianza.
El Atlético está al borde de la gloria con la que todo jugador galista ha soñado toda su vida, así que que todo suceda YA. Es momento de identificar y solucionar los problemas de AYER. Que todos en el club hagan su parte. Una vida de sueños vale la pena. Y recuerda: el arrepentimiento es la vergüenza eterna. No es momento de decir lo correcto, es momento de ganar confianza y solucionar el problema. Sólo una última vez, para que nadie se olvide y deje de ayudar antes de que empeore: EL ARREPENTIMIENTO ES UN PAN ETERNO.
Gallo, sonido, sol y sal son la base.
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