Georgia no sólo venció a Portugal con dos goles claros en el contraataque, sino que mereció plenamente su victoria por 2-0.
Todo empezó con Mamardashvili atrás, que volvió a brillar y su defensa delante fue impecable durante 90 minutos.
El centro del campo era muy superior y mucho más caro que el centro del campo portugués y los dos delanteros hablaban por sí solos.
Un gol para Kvaratshelia y Mikautadze, este último que ya es primer subcampeón de la Bota de Oro.